En 2022, más de 1.000 pequeños agricultores se unieron al Programa de Carbono CommuniTree en Nicaragua. Una de ellas es Lucía Martínez, madre, abuela y agricultora de la pequeña comunidad de El Limón, San Juan de Limay, que está reforestando 2,75 hectáreas de su tierra. Hace poco hablamos con Lucía para que nos contara por qué se unió a CommuniTree, qué opina del programa hasta ahora y qué espera del futuro.
Conoczca a Lucía Martínez
Un día cualquiera, puedes encontrar a Lucía ordeñando sus dos vacas, cuidando de sus cerdos y gallinas, y cultivando judías, maíz y trigo. Ahora ha añadido a su lista de actividades diarias el mantenimiento de su bosque. Para Lucía, ésta ha sido una ambición largamente acariciada. «Plantar árboles siempre ha sido mi sueño. Me encanta que haya un proyecto que me ayude a hacerlo», nos cuenta.
Cuando le preguntamos cómo conoció CommuniTree, Lucía nos explica que dos de sus hijos ya participan en el programa. Ver su experiencia le infundió seguridad y confianza. «He visto cómo los árboles crecen en hermosas líneas», dice, “y que el proyecto cumple lo que promete”.

«¡Cuantos más árboles, mejor!».
Tras manifestar su interés, Ronald, uno de los técnicos de campo de APRODEIN, visitó a Lucía en su casa. Le explicó el programa con más detalle, incluidos los distintos diseños de plantación. Lucía optó por la intervención de especies mixtas, que consiste en plantar una mezcla de especies de frondosas polivalentes y especies de leña de crecimiento rápido en tierras degradadas e infrautilizadas. «Cuantos más árboles, mejor», se ríe.
Esta pasión por la reforestación queda patente en nuestra conversación con Lucía. «Me encantan los árboles», explica, “porque sé que sin ellos no hay vida”. Le emociona verlos crecer, aunque acepta que quizá no viva para ver su bosque alcanzar la madurez. Pero piensa en las generaciones futuras. «Tengo hijos y nietos, y les dejaré la mejor herencia: mis árboles».

Futuras fuentes de ingresos
Este legado es especialmente importante en Nicaragua, donde muchas comunidades rurales están sintiendo los efectos del cambio climático de primera mano, incluida la comunidad de Lucía. Lucía describe cómo se vio gravemente afectada por la sequía de 2021. Perdió todas sus cosechas y tuvo dificultades para llegar a fin de mes. Ahora, Lucía busca en su bosque nuevas fuentes de ingresos. «Espero que en el futuro pueda ganar suficiente dinero para vivir sólo de mis árboles», dice.
Los pagos que recibe Lucía por los servicios ecosistémicos ya la están ayudando a ella y a su familia. Mientras contempla sus tierras, afirma que también obtendrá otros beneficios. «Sé que cuando estos árboles sean grandes, mis vacas estarán contentas porque tendrán sombra, y mi comunidad tendrá mejor oxígeno para respirar».

Apoyo de APRODEIN
Lucía plantó casi 5.000 plantas en su granja durante la estación lluviosa de Nicaragua, lo que les permitió crecer y adquirir resiliencia para sobrevivir a su primera estación seca. Cuando se le pregunta si le resultó difícil plantar, Lucía responde: «¡Para nada! Como ya he dicho, me encantan los árboles y disfruté toda la temporada plantándolos en el campo». También describe cómo la ayuda que recibió de APRODEIN, el implementador local del proyecto, superó sus expectativas.
«APRODEIN me ha apoyado desde el principio. Me sorprendió que me dieran el alambre que necesitaba para proteger la parcela que estoy reforestando, donde planté los árboles. Me dieron las plantas y el técnico me enseñó a hacer un vivero. Me explicó cómo preparar la tierra antes de plantar, cómo plantar los árboles y cómo cuidarlos».
Este apoyo técnico es, dice, una de las cosas que más le gustan de CommuniTree. Eso, y la ayuda económica que recibe. «El dinero que me da APRODEIN para cuidar los árboles se lo queda mi familia», dice Lucía. ¿Y cuál es su árbol favorito? El cedro espinoso. «Tengo muchos plantados. Me encanta la sombra que da y lo bonito que es».

Plantar árboles ofrece otra opción
Cuando se le pregunta por el futuro, Lucía dice que está deseando trabajar con el proyecto para que sus árboles crezcan y le proporcionen fuentes de ingresos adicionales. Y anima a otros a hacer lo mismo. «He hablado del proyecto a varias personas, que ya se han puesto en contacto con los técnicos», explica.
CommuniTree se fundó sobre la base de que la gente necesita obtener más valor del cultivo de árboles que de otras alternativas. Esto es especialmente relevante en Nicaragua, que ha experimentado un éxodo masivo en los últimos años, siendo la falta de oportunidades de subsistencia uno de los factores impulsores. La propia Lucía afirma que casi todos sus conocidos han emigrado a Estados Unidos. Pero cree que el proyecto está teniendo un impacto positivo en su comunidad. «Estamos creando conciencia de que plantar árboles es la mejor opción para vivir mejor».
Para Lucía, el siguiente paso del viaje es cuidar su bosque recién plantado. Esto implica actividades como la limpia, la poda y el raleo. Los técnicos de campo de APRODEIN supervisarán el progreso de la parcela y la ayudarán a resolver cualquier problema. Esperamos colaborar con Lucía -y con todos los demás pequeños agricultores que forman parte de CommuniTree- para mejorar los medios de vida rurales y acelerar la restauración de los bosques del mundo.