Este artículo se publicó originalmente en el sitio web del Foro Económico Mundial el 20 de septiembre de 2023.
Estamos perdiendo los bosques del mundo, y los estamos perdiendo rápido. Entre 2015 y 2020, la tasa de deforestación se estimó en 10 milliones de hectáreas al año. Eso equivale aproximadamente al tamaño de Portugal. El problema está lejos de remitir, ya que datos recientes muestran que la pérdida de bosques primarios tropicales solo en 2022 ascendió a 4,1 milliones de hectáreas. Esto supone un 10% más que en 2021.
Es importante reconocer la enormidad del problema. Pero aún más importante es buscar soluciones. Necesitamos los bosques. Proporcionan hábitat a la fauna, estabilizan el suelo y rellenan los acuíferos. Sostienen los medios de vida rurales, secuestran carbono y purifican el agua. Como planeta, dependemos de los ecosistemas forestales. Su continua degradación nos amenaza a todos.
Restauración forestal
Una solución es plantar árboles donde antes había bosques. Cuando se hace correctamente, la restauración forestal puede tener efectos muy positivos para la naturaleza, el clima y los gestores locales de la tierra. Pero primero hay que tener en cuenta por qué se degradaron esos bosques.
Por ejemplo, la agricultura a pequeña escala es responsable del 68% de la deforestación provocada por la agricultura en todo el mundo. Los agricultores optan por talar árboles debido a los incentivos a corto plazo que pueden recibir. Sin embargo, esto va en ambos sentidos. Si los pequeños agricultores son los causantes de la deforestación, también pueden ser los principales impulsores de la restauración forestal si pueden mejorar sus medios de vida cultivando árboles.
Trabajar con pequeños agricultores es un ejemplo, pero los detalles exactos de las iniciativas deben adaptarse a los factores medioambientales, económicos y sociales que existan en cada lugar. Taking Root se ha convertido recientemente en socio colaborador del Trillion Trees: Restoration at Scale Challenge para ayudar a identificar y apoyar a los innovadores que trabajan para ampliar los esfuerzos de restauración. En este sentido, queríamos compartir cinco principios generales que, en conjunto, constituyen un marco para la restauración forestal a escala:
1. Construir para el sustento de la comunidad
En la historia reciente, el cultivo de árboles no ha sido una opción viable de uso de la tierra para muchos de los administradores de tierras del mundo. En su lugar, la agricultura y las materias primas han sido las principales fuentes de ingresos. Esto ha provocado una pérdida generalizada de bosques, y la expansión agrícola en los bosques entre 2000 y 2018 ha supuesto casi el 90% de la deforestación.
Los esfuerzos de restauración forestal deben invertir esta tendencia. Eso significa construir medios de vida para que las comunidades tengan la motivación para cultivar árboles y mantener esos árboles en el suelo. Los pagos por servicios ecosistémicos ofrecen incentivos a corto plazo, mientras que el acceso a las cadenas de valor forestales puede aportar beneficios continuos a medio y largo plazo.
Garantizar nuevas oportunidades de subsistencia a las comunidades es una de las formas más eficaces de lograr efectos duraderos. En última instancia, la decisión de cultivar árboles debe tener sentido desde el punto de vista económico. De lo contrario, los administradores de la tierra y las comunidades no podrán permitirse el lujo de abandonar la producción agrícola intensiva.
2. Inversión y financiación
Iniciar, manejar y ampliar un proyecto de restauración forestal cuesta dinero. La financiación del carbono es una opción posible si los créditos de eliminación tienen un precio adecuado. Cultivar árboles lleva tiempo y energía, y los pagos que se dan a quienes los cultivan deben tener un valor suficiente. Sólo entonces los resultados serán equitativos, lo que animará a más administradores de la tierra a unirse al proyecto.
Además, la inversión inicial es esencial para que un proyecto supere la fase de diseño y certificación, antes de que se generen ingresos por carbono. Sin esta aportación, los proyectos de restauración forestal pueden tener dificultades para ver la luz, por no hablar de su ampliación. De ser así, nunca se podrá hacer realidad la plétora de impactos asociados a las soluciones basadas en la naturaleza.
3. Capacitación del equipo local
Los proyectos de restauración forestal son empresas complejas que exigen un equipo capacitado sobre el terreno. Este equipo desempeña un papel fundamental a la hora de garantizar que los esfuerzos de restauración mantengan la calidad operativa y se adhieran a la norma de certificación del proyecto, especialmente en lo que respecta a las prácticas silvícolas, la cartografía, el seguimiento y la contratación y el apoyo a los agricultores.
Invertir en la capacidad del equipo local es, por tanto, clave, ya que dota a los ejecutores del proyecto de los conocimientos y la agencia necesarios para gestionar el proyecto día a día. Este enfoque garantiza que los proyectos de restauración puedan ampliarse eficientemente sin perder calidad, lo que se traduce en iniciativas de restauración forestal más exitosas e impactantes.

4. Impactos verificables
Los proyectos de restauración forestal deben poder demostrar impactos verificables para infundir confianza en su eficacia. Esto requiere un enfoque riguroso de seguimiento, información y verificación (SMRV por sus siglas en inglés) para seguir los avances y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas. Generar confianza en el mercado es crucial si queremos ampliar los esfuerzos de restauración y crear más impacto.
Mantener el rigor en miles de hectáreas de terreno puede ser un reto, por eso es tan importante desarrollar un planteamiento basado en la tecnología. Gracias a la tecnología, los promotores de proyectos pueden recopilar y gestionar fácilmente los datos necesarios para informar sobre los proyectos y el secuestro de carbono, incluso a medida que se amplía el proyecto.
5. Más proyectos de alta calidad
La aceleración de la restauración forestal mundial requiere la aparición de nuevos proyectos de alta calidad. Todavía existen vastas extensiones de tierras degradadas que son aptas para intervenciones, siempre que cuenten con el apoyo de los administradores locales de la tierra y de las comunidades. Estos proyectos requieren una aportación financiera, incluida la inversión inicial, para que cobren vida.
Cada nuevo proyecto debe diseñarse cuidadosamente para que tenga efectos duraderos en el medio ambiente y las comunidades. Con una planificación y ejecución cuidadosas, estas iniciativas pueden combinar el compromiso de la comunidad, el cumplimiento de las normas sobre emisiones de carbono y la durabilidad, todo ello manteniendo el listón de la calidad. La triple crisis planetaria a la que nos enfrentamos exige esta acción, y la exige ahora.